viernes, 6 de noviembre de 2009

Ésta es nuestra declaración ante todo lo que está sucediendo y lo que está por suceder

A LA OPINIÓN PÚBLICA


Desde hace algunos años, la zona de Chapultepec y sus colonias han sido víctimas de la explotación indiscriminada, la especulación, la codicia y la impunidad.
El desprecio por las características históricas, arquitectónicas y sociales, así como el desdén, la negligencia y la ignorancia de promotores y autoridades, han propiciado el deterioro urbano y la degradación ambiental que actualmente dañan el área, poniendo en riesgo la salud y el patrimonio de quienes aquí habitamos.
Aunque, por estas razones, el número de los moradores de la zona se haya reducido con el paso del tiempo, el correspondiente número de prestadores de servicios, empleados y transeúntes que conforman la población flotante de las colonias duplica o incluso triplica el censo de habitantes y demanda servicios que rebasan con mucho las capacidades de la zona.
Esta situación, en los últimos tiempos, no ha hecho sino agravarse, perjudicando seriamente un área de invaluable riqueza para todos los tapatíos.
Valiéndose del Plan Parcial de Desarrollo Urbano y esgrimiendo el argumento de la densificación de la ciudad, el actual gobierno municipal de Guadalajara está proponiendo un cambio radical en el uso del suelo y detonando una explosión descontrolada de giros comerciales, desarrollos inmobiliarios y servicios de transporte potencialmente nocivos para estas colonias.
Por ejemplo, está previsto que se construyan edificios de hasta veintidós pisos cuya realización justificaría la destrucción de fincas patrimoniales existentes en las colonias y que varias líneas de autobús comiencen a pasar muy pronto, y por tiempo indefinido, por calles vecinales que no soportan ese tipo de tráfico.
Chapultepec no sólo es un “paseo”: en sus alrededores existen colonias habitadas y vecinos que aspiramos a seguir viviendo en ellas, aunque muchas de nuestras necesidades elementales ―aire respirable, vivienda digna, servicios de calidad, buena vialidad y seguridad pública― están en riesgo a consecuencia de las políticas municipales.
Hasta el momento, las autoridades han preferido ignorarnos y no respetar nuestro elemental derecho a ser informados, haciéndonos parecer extranjeros en los barrios donde nosotros mismos hemos elegido vivir e invertir nuestra energía, nuestro tiempo y nuestros recursos.
Los vecinos del área exigimos que se observe la Ley del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Jalisco y sus Municipios, así como el Reglamento de Conservación del Patrimonio Cultural Urbano en el Municipio de Guadalajara, y que se respete la identidad social y urbana de las colonias, poniendo especial atención en su patrimonio histórico y cultural, participando en ello autoridades competentes que la custodien, como son la Dirección de Patrimonio de la Secretaría de Cultura, el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS) y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Es indispensable que se consideren parámetros físicos realistas en lo referente a la densidad máxima de habitantes, de construcción y de servicios que puede soportar la zona, buscando siempre que prevalezca la vocación habitacional del área.
Porque defendemos un estilo de vida sustentable, los habitantes de Chapultepec y su entorno llegaremos hasta las últimas consecuencias en la defensa de las colonias y haremos lo que sea necesario para impedir el paso indiscriminado de camiones, la construcción de complejos inmobiliarios desproporcionados y el maltrato de árboles, calles y fincas de valor patrimonial.

VECINOS UNIDOS DE CHAPULTEPEC

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