http://impreso.milenio.com/node/8670068
Ocurrencia fuera de lugar
Jorge Valdivia
Cuando uno se entera de ocurrencias como la del presidente municipal interino de Guadalajara, Juan Pablo de la Torre, de hacer peatonal de forma permanente el lado poniente de la avenida Chapultepec, entre Vallarta y La Paz, no queda más que agradecer que se le acabase el dinero al ayuntamiento y no haya logrado completar el proyecto de remozamiento para la zona, que contemplaba también elevar el nivel de la calle en el lado oriente, pues entonces el cierre al tráfico vehicular abarcaría ambos lados de la vialidad.
Y no es que esté en contra de incrementar los espacios para los peatones en Guadalajara. Al contrario, creo que hacen falta muchos más en la ciudad e incluso soy partidario de que se cierren calles completas para tal efecto. Pero esto debe hacerse de forma bien planificada y en donde haya carencia de ellos, no donde ya existan, como es el caso de la avenida Chapultepec. Ahí ya se cuenta con un gran espacio peatonal, como lo es su camellón central, en el cual incluso recientemente se invirtieron alrededor de 35 millones de pesos para renovarlo y crecerlo, ampliándolo en un metro hacia los costados para que la gente tuviera más espacio por donde caminar y descansar.
Al arranque de las obras se planteó que la elevación del nivel de la calle, para igualarlo al de las banquetas y camellón, era para crear una especie de plazoleta para realizar actividades especiales. Esto implicaba el cierre eventual de la circulación de automotores, tal y como se anunció que se hará este fin de semana, desde las 16:00 horas del sábado hasta las 14:00 horas del domingo. Hasta ahí todo bien y plausible: cierres parciales en días y horas en que baja el flujo vehicular.
Pero de eso a cerrar completamente a la circulación ese tramo todo el día hay un abismo de diferencia y suena a mera ocurrencia. Sobre todo si se toma en cuenta que no se ha presentado un proyecto de vías alternas para desahogar el tráfico que por ahí circula ni un estudio del impacto económico y social que podría tener la medida.
Menos mal que el alcalde interino promete consultar la ocurrencia con los vecinos y comerciantes de la zona antes de poner en marcha la medida, aunque no estaría de más también contemplar a los usuarios de la vialidad y así, entre todos, encontrar la mejor opción para el uso y disfrute de la avenida Chapultepec.
jorge.valdivia@milenio.com
martes, 17 de noviembre de 2009
lunes, 16 de noviembre de 2009
La respuesta de los vecinos a Coplaur y Juan Paloma
Hace unos días, Juan Palomar, el responsable de Coplaur, nos pedía a los vecinos de la zona, suponemos que pensando que no podríamos dárselas, razones objetivas para no construir edificios de más de 22 plantas en nuestros barrios. Pero resulta que sí las tenemos y que sí se las podemos dar (para qué ser tacaños!). Aquí está nuestra respuesta, aparecida en La Jornada.
Responden a la Coplaur
Señor Director: Agradeceremos sea publicada nuestra respuesta al señor Juan Palomar como agrupación que nos oponemos al Plan Parcial de Desarrollo Urbano.
En referencia al artículo editado por ustedes acerca de la entrevista que se le hizo al vocal de Coplaur, arquitecto Juan Palomar Verea, quien afirma que el crecimiento vertical beneficiará a Guadalajara, y advierte que quien no esté de acuerdo en la consulta del Plan Parcial de Desarrollo Urbano de Guadalajara, con el crecimiento vertical, deberá exhibir razonamientos técnicos.
Le respondemos que los habitantes de la colonias Americana, Moderna y Lafayette, ya lo hemos hecho y que quien tiene que esgrimir dichos razonamientos técnicos y demostrar las virtudes de dicho modelo de crecimiento, es a fin de cuentas la Comisión de Planeación Urbana del Ayuntamiento de Guadalajara, ya que ésa es su razón de ser. Tendrá que presentar alternativas, a ser evaluadas, como es la utilización del suelo urbano vacante, tal como los terrenos baldíos y espacios abandonados que han sido sujetos a la especulación excesiva, así como a la falta de calidad de los servicios a nivel urbano, la insuficiente infraestructura, la contaminación y la carencia de seguridad, para los cuales hasta la fecha no se han presentado propuestas ni políticas que impulsen y promuevan su uso.
Podríamos afirmar también que se tendrán que hacer propuestas diferentes para cada colonia o barrio que componen los 43 subdistritos urbanos, ya que la problemática urbana de la ciudad de Guadalajara presenta un grado de complejidad en la que no se pueden aplicar para su solución los mismos criterios, tal es el caso de las zonas con valor patrimonial, en cuya solución deberá involucrar a las autoridades competentes, respetando las decisiones que estas tomen acerca de los criterios que se deberán seguir para la protección de dicho patrimonio, así como la creación de un plan de ordenamiento ecológico territorial, en donde se propongan criterios para la conservación y mejoramiento del medio ambiente natural existente dentro del área urbana y por tanto de la calidad de vida de sus habitantes, cosas ambas que se contemplan de manera superficial, en dicho Plan Parcial.
No se necesita tener doctorados ni maestrías para darse cuenta de los problemas que generarán el crecimiento vertical y la redensificación, sobre todo en zonas donde el equipamiento e infraestructura urbana han sido creados para destinarse un uso de mediana y baja densidad de población, la capacidad y la calidad de los servicios será rebasada provocando el deterioro en la calidad de vida de los que las habitan.
Esto se agrava si consideramos los cambios en el uso del suelo que ha sufrido el centro urbano debido a la aprobación indiscriminada de licencias para giros incompatibles con la vivienda, en zonas que tradicionalmente han sido habitacionales, mismos giros que han propiciado la existencia de una población flotante cuya demanda de servicios, ha provocado que la infraestructura sea insuficiente hoy, aún sin haberse hecho la mencionada redensificación de la ciudad.
En el Plan Parcial se contemplan o prevén según dice el vocal, la generación de corredores de edificios de alta densidad, sobre las principales avenidas de Guadalajara, como son las de Chapultepec, México, Federalismo, calzada Independencia, López Mateos, Rubén Darío, José María Vigil y Juan Palomar y Arias, sin considerar para ello los criterios de solución que se darán, no digamos al problema que se generará con dichas densidades debido a la demanda de servicios, sino al actual congestionamiento de tráfico que sufren dichas avenidas ubicadas en barrios tradicionales en donde las viviendas no superan los tres niveles.
La carencia de un sistema de transporte colectivo eficiente ha provocado el uso indiscriminado del automóvil con todo lo que esto acarrea, derivado del flujo vehicular y la carencia de espacios para estacionamiento, el congestionamiento de las principales vías de comunicación y la contaminación ambiental de los barrios a quienes pertenecen y comunican dichas vías.
La alta densidad de habitación al pie de dichas vías, requerirá de su ensanchamiento para mejorar el flujo vehicular, pretendiendo con ello hacerlas más eficientes, lo cual acarreará problemas como los que han sucedido con la apertura de las avenidas Juárez, 16 de Septiembre, la calzada Independencia y Federalismo, convirtiendo al centro de la ciudad en un lugar de paso y no de destino, con la consecuente decadencia de la zona y sus barrios debido al deterioro de los espacios urbanos y servicios, lo que ha motivado el fenómeno de despoblamiento de dicho centro.
La creación de avenidas de gran flujo vehicular crean límites y fronteras que han ido destruyendo la integridad de los barrios existentes, provocando en ellos fragmentación social y violencia, motivada por la impotencia que los habitantes sufren debido a la afectación de sus bienes y la perdida ó deterioro de su identidad colectiva.
Está claro que existe más la necesidad de recabar los recursos necesarios para la operación y prestación de servicios por parte del Ayuntamiento, que la demanda de espacios habitables dentro del territorio urbano, ya que ésta ha sido suplida por la oferta de dichos espacios que han hecho los municipios que la rodean y con los que conforma el área metropolitana.
Guadalajara deberá promover y asumir su rol en un sistema de centros de población que ya conforman los municipios de Tonalá, Tlaquepaque, Zapopan, Tlajomulco, Zapotlanejo etc.., más que hacer el papel de promotora de bienes raíces, para la explotación comercial de su territorio, su supervivencia dependerá de la calidad y la cantidad en la prestación de servicios e infraestructura que garanticen la estabilidad, la seguridad y el bienestar a sus habitantes.
Chapultepec sí, pero no así.
Por una Zona de Chapultepec Humanamente Habitable.
Atentamente
Vecinos Unidos de Chapultepec Responsable: Froilán Mejía
http://www.lajornadajalisco.com.mx/2009/11/15/index.php?section=opinion&article=002o2pol
Responden a la Coplaur
Señor Director: Agradeceremos sea publicada nuestra respuesta al señor Juan Palomar como agrupación que nos oponemos al Plan Parcial de Desarrollo Urbano.
En referencia al artículo editado por ustedes acerca de la entrevista que se le hizo al vocal de Coplaur, arquitecto Juan Palomar Verea, quien afirma que el crecimiento vertical beneficiará a Guadalajara, y advierte que quien no esté de acuerdo en la consulta del Plan Parcial de Desarrollo Urbano de Guadalajara, con el crecimiento vertical, deberá exhibir razonamientos técnicos.
Le respondemos que los habitantes de la colonias Americana, Moderna y Lafayette, ya lo hemos hecho y que quien tiene que esgrimir dichos razonamientos técnicos y demostrar las virtudes de dicho modelo de crecimiento, es a fin de cuentas la Comisión de Planeación Urbana del Ayuntamiento de Guadalajara, ya que ésa es su razón de ser. Tendrá que presentar alternativas, a ser evaluadas, como es la utilización del suelo urbano vacante, tal como los terrenos baldíos y espacios abandonados que han sido sujetos a la especulación excesiva, así como a la falta de calidad de los servicios a nivel urbano, la insuficiente infraestructura, la contaminación y la carencia de seguridad, para los cuales hasta la fecha no se han presentado propuestas ni políticas que impulsen y promuevan su uso.
Podríamos afirmar también que se tendrán que hacer propuestas diferentes para cada colonia o barrio que componen los 43 subdistritos urbanos, ya que la problemática urbana de la ciudad de Guadalajara presenta un grado de complejidad en la que no se pueden aplicar para su solución los mismos criterios, tal es el caso de las zonas con valor patrimonial, en cuya solución deberá involucrar a las autoridades competentes, respetando las decisiones que estas tomen acerca de los criterios que se deberán seguir para la protección de dicho patrimonio, así como la creación de un plan de ordenamiento ecológico territorial, en donde se propongan criterios para la conservación y mejoramiento del medio ambiente natural existente dentro del área urbana y por tanto de la calidad de vida de sus habitantes, cosas ambas que se contemplan de manera superficial, en dicho Plan Parcial.
No se necesita tener doctorados ni maestrías para darse cuenta de los problemas que generarán el crecimiento vertical y la redensificación, sobre todo en zonas donde el equipamiento e infraestructura urbana han sido creados para destinarse un uso de mediana y baja densidad de población, la capacidad y la calidad de los servicios será rebasada provocando el deterioro en la calidad de vida de los que las habitan.
Esto se agrava si consideramos los cambios en el uso del suelo que ha sufrido el centro urbano debido a la aprobación indiscriminada de licencias para giros incompatibles con la vivienda, en zonas que tradicionalmente han sido habitacionales, mismos giros que han propiciado la existencia de una población flotante cuya demanda de servicios, ha provocado que la infraestructura sea insuficiente hoy, aún sin haberse hecho la mencionada redensificación de la ciudad.
En el Plan Parcial se contemplan o prevén según dice el vocal, la generación de corredores de edificios de alta densidad, sobre las principales avenidas de Guadalajara, como son las de Chapultepec, México, Federalismo, calzada Independencia, López Mateos, Rubén Darío, José María Vigil y Juan Palomar y Arias, sin considerar para ello los criterios de solución que se darán, no digamos al problema que se generará con dichas densidades debido a la demanda de servicios, sino al actual congestionamiento de tráfico que sufren dichas avenidas ubicadas en barrios tradicionales en donde las viviendas no superan los tres niveles.
La carencia de un sistema de transporte colectivo eficiente ha provocado el uso indiscriminado del automóvil con todo lo que esto acarrea, derivado del flujo vehicular y la carencia de espacios para estacionamiento, el congestionamiento de las principales vías de comunicación y la contaminación ambiental de los barrios a quienes pertenecen y comunican dichas vías.
La alta densidad de habitación al pie de dichas vías, requerirá de su ensanchamiento para mejorar el flujo vehicular, pretendiendo con ello hacerlas más eficientes, lo cual acarreará problemas como los que han sucedido con la apertura de las avenidas Juárez, 16 de Septiembre, la calzada Independencia y Federalismo, convirtiendo al centro de la ciudad en un lugar de paso y no de destino, con la consecuente decadencia de la zona y sus barrios debido al deterioro de los espacios urbanos y servicios, lo que ha motivado el fenómeno de despoblamiento de dicho centro.
La creación de avenidas de gran flujo vehicular crean límites y fronteras que han ido destruyendo la integridad de los barrios existentes, provocando en ellos fragmentación social y violencia, motivada por la impotencia que los habitantes sufren debido a la afectación de sus bienes y la perdida ó deterioro de su identidad colectiva.
Está claro que existe más la necesidad de recabar los recursos necesarios para la operación y prestación de servicios por parte del Ayuntamiento, que la demanda de espacios habitables dentro del territorio urbano, ya que ésta ha sido suplida por la oferta de dichos espacios que han hecho los municipios que la rodean y con los que conforma el área metropolitana.
Guadalajara deberá promover y asumir su rol en un sistema de centros de población que ya conforman los municipios de Tonalá, Tlaquepaque, Zapopan, Tlajomulco, Zapotlanejo etc.., más que hacer el papel de promotora de bienes raíces, para la explotación comercial de su territorio, su supervivencia dependerá de la calidad y la cantidad en la prestación de servicios e infraestructura que garanticen la estabilidad, la seguridad y el bienestar a sus habitantes.
Chapultepec sí, pero no así.
Por una Zona de Chapultepec Humanamente Habitable.
Atentamente
Vecinos Unidos de Chapultepec Responsable: Froilán Mejía
http://www.lajornadajalisco.com.mx/2009/11/15/index.php?section=opinion&article=002o2pol
martes, 10 de noviembre de 2009
Cartas de los vecinos publicadas en La Jornada
La prensa es un buen lugar para manifestarse. La usan los que nos gobiernan y también está en nuestra mano usarla para lo mismo. He aquí dos ejemplos de cartas escritas por algunos de los vecinos de la Calle Colonias (una de las más afectadas por los planes del Ayuntamiento), y publicadas hoy por el periódico La Jornada.
Incluimos la liga para que puedan leerlas las dos. Copiamos una:
Señor Director: Guadalajara es bella y puede serlo aún más, al menos en la enternecedora opinión del funcionario municipal Eugenio Arriaga (“Paseo Chapultepec”, La Jornada Jalisco, 8-XI-2009). director de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara. El señor Arriaga se fatiga convenciéndonos de algo en lo que ya creíamos de antemano, a saber: que Chapultepec es una calle bastante mona, en lugar de abrir su juego y aceptar sin hipocresías en qué consistirán los efectos del Paseo Chapultepec sobre las colonias del entorno a mediano y largo plazo.
Vecino, como el propio Arriaga, de la zona, por alguna razón yo veo las cosas desde una perspectiva menos optimista. Remodelar un camellón, hacer peatonales algunas cuadras y pintar de rojo 200 metros de pavimento es probablemente bueno en términos de recreación e incitación al consumo –quienes vivimos a unas metros de Chapultepec lo celebramos antes que ningún otro colectivo de tapatíos–, pero desembarazarse de los autobuses de pasajeros forzándolos a circular por estrechas calles vecinales no es la mejor manera de alentar a los moradores a gozar de la vida y gastar su dinero en los comercios del área.
Postulando que la zona tiene que densificarse, los gobernantes y administradores municipales en realidad orillan a los vecinos a cambiar de aires. Lo hacen demoliendo fincas patrimoniales, alentando a conocidos buitres del ramo inmobiliario a “desarrollar proyectos” en la zona, forzando a los antiguos propietarios de fincas y terrenos a vender en condiciones desventajosas, mermando el arbolado, vaciando los mantos freáticos, elevando la población de apartalugares y cuidacoches, permitiendo que centros nocturnos y comercios de quita y pon hagan lo que les plazca en el barrio, consintiendo que circulen autobuses medio vacíos a una frecuencia desproporcionada y, en síntesis, poniendo bajo presión el estilo de vida y el patrimonio cultural (así el tangible como el intangible) de las llamadas “colonias”.
Hacia el final de su artículo, Arriaga sugiere “mejorar la comunicación con nuestros vecinos”. No entiendo a qué se refiera: si amaga con prestar atención a lo que muchos pobladores del área llevamos meses planteando a través de agrupaciones como Vecinos Unidos de Chapultepec, no veo por qué haya esperado hasta la fecha para intentarlo; si, en cambio, alude a su propio caso, comprendo muy bien que muchos de sus vecinos no quieran tener la mejor de las comunicaciones con él.
Chapultepec sí, pero no así .
Luis Vicente de Aguinaga
Liga: http://www.lajornadajalisco.com.mx/2009/11/10/index.php?section=opinion&article=002a1pol
Incluimos la liga para que puedan leerlas las dos. Copiamos una:
Señor Director: Guadalajara es bella y puede serlo aún más, al menos en la enternecedora opinión del funcionario municipal Eugenio Arriaga (“Paseo Chapultepec”, La Jornada Jalisco, 8-XI-2009). director de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara. El señor Arriaga se fatiga convenciéndonos de algo en lo que ya creíamos de antemano, a saber: que Chapultepec es una calle bastante mona, en lugar de abrir su juego y aceptar sin hipocresías en qué consistirán los efectos del Paseo Chapultepec sobre las colonias del entorno a mediano y largo plazo.
Vecino, como el propio Arriaga, de la zona, por alguna razón yo veo las cosas desde una perspectiva menos optimista. Remodelar un camellón, hacer peatonales algunas cuadras y pintar de rojo 200 metros de pavimento es probablemente bueno en términos de recreación e incitación al consumo –quienes vivimos a unas metros de Chapultepec lo celebramos antes que ningún otro colectivo de tapatíos–, pero desembarazarse de los autobuses de pasajeros forzándolos a circular por estrechas calles vecinales no es la mejor manera de alentar a los moradores a gozar de la vida y gastar su dinero en los comercios del área.
Postulando que la zona tiene que densificarse, los gobernantes y administradores municipales en realidad orillan a los vecinos a cambiar de aires. Lo hacen demoliendo fincas patrimoniales, alentando a conocidos buitres del ramo inmobiliario a “desarrollar proyectos” en la zona, forzando a los antiguos propietarios de fincas y terrenos a vender en condiciones desventajosas, mermando el arbolado, vaciando los mantos freáticos, elevando la población de apartalugares y cuidacoches, permitiendo que centros nocturnos y comercios de quita y pon hagan lo que les plazca en el barrio, consintiendo que circulen autobuses medio vacíos a una frecuencia desproporcionada y, en síntesis, poniendo bajo presión el estilo de vida y el patrimonio cultural (así el tangible como el intangible) de las llamadas “colonias”.
Hacia el final de su artículo, Arriaga sugiere “mejorar la comunicación con nuestros vecinos”. No entiendo a qué se refiera: si amaga con prestar atención a lo que muchos pobladores del área llevamos meses planteando a través de agrupaciones como Vecinos Unidos de Chapultepec, no veo por qué haya esperado hasta la fecha para intentarlo; si, en cambio, alude a su propio caso, comprendo muy bien que muchos de sus vecinos no quieran tener la mejor de las comunicaciones con él.
Chapultepec sí, pero no así .
Luis Vicente de Aguinaga
Liga: http://www.lajornadajalisco.com.mx/2009/11/10/index.php?section=opinion&article=002a1pol
sábado, 7 de noviembre de 2009
Entrevista a los vecinos: nos hacemos oir
La Jornada publicó ayer una interesante nota sobre nuestra problemática:
Abre hoy el Ayuntamiento a los peatones una sección del Paseo Chapultepec
Ninguna de las opiniones expresadas por los ciudadanos se respetó, dijo presidente de vecinos
RICARDO SOLÍS
El día de hoy, el Ayuntamiento de Guadalajara y su Dirección General de Cultura darán el banderazo –en punto de las 17 horas– que marca la apertura de una sección de Paseo Chapultepec al tránsito peatonal (concretamente entre las avenidas Vallarta y La Paz, además del tramo de López Cotilla hasta calle Marsella), toda vez que casi concluyen las obras de remodelación de la zona, con base en un diseño “de acuerdo al modelo de ciudad” que impulsa la actual administración municipal, en consonancia con sus programas de Recuperación del Espacio Público y Movilidad No Motorizada.
Esta zona peatonal que se habilitará a partir de hoy será parcial, y la idea es que se cierre el tránsito de vehículos a partir de las 17 horas del sábado y hasta las 14 horas de un día después (domingo), justo al concluir el periodo de la Vía RecreActiva.
De acuerdo con el titular de la dependencia municipal de cultura, Eugenio Arriaga, se persigue regresar “este salón urbano” a los tapatíos, bajo “tres propósitos” centrales: primero, para “generar condiciones” de modo que “empresas y comercios eleven sus ventas”; en segundo lugar, pensando en el diseño de “un espacio público que provoque la convivencia entre ciudadanos” para así posibilitar un incremento “en capital y cohesión social”; finalmente, para “ofrecer una agenda cultural diversa y de calidad” a la ciudadanía que se de cita a aprovechar este espacio.
Presente también en la rueda de prensa donde se dio a conocer la información, Ricardo Oliveras, director de Obras Públicas en el Ayuntamiento, reveló que –para estas obras de rehabilitación– se realizó una inversión de 55 millones de pesos en la zona, además de que se generó trabajo para 15 empresas de diferentes rubros.
Una vez establecido lo anterior, tocó turno al alcalde interino de Guadalajara, Juan Pablo de la Torre, quien no sólo equiparó la avenida Chapultepec con las “mejores del mundo” sino que, tras los obligados reconocimientos y loas al trabajo realizado, afirmó que en la “siguiente sesión” del Cabildo tapatío haría la propuesta para que este tramo de la avenida, entre La Paz y Vallarta, “sea permanentemente peatonal” (no sin que se escuchara el “¡bravo!” con que las autoridades presentes celebraron lo dicho).
Por supuesto, De la Torre no dejó de aclarar que se llevaría a cabo “una consulta pública con vecinos y empresarios”, además de buscar “las mejores opciones” para la desviación de rutas de transporte público que transitan por avenida Chapultepec, puesto que la intención es buscar una “ciudad sana”.
Presente en la cita de medios, lo mismo que algunos de los administradores y propietarios de giros comerciales de la zona, el representante del Colectivo Ecologista Jalisco destacó la importancia de que se hicieran públicas estas estrategias “que favorecen al peatón” (puesto que un 70 por ciento de los ciudadanos, en la ciudad, no poseen automóvil) y celebró que se trate de ofertas que “devuelven calidad de vida”.
Por otra parte, no evitó señalar que esto representa una oportunidad que “abre la puerta” para analizar “el conflictivo tema” que se relaciona con el transporte público y los vecinos de la zona, quienes días atrás organizaron bloqueos parciales –sólo obstruyendo el paso a los camiones, no a los coches– en las calles paralelas inmediatas a avenida Chapultepec, como medida de protesta ante una autoridad que ha ignorado sus demandas y propuestas.
Para Froilán Mejía, presidente de Vecinos Unidos de Chapultepec, la propuesta de consulta ciudadana “da risa” porque, finalmente, la zona peatonal “ya está construida” y a la ciudadanía “no se le ha tomado en cuenta para nada”. Recordó que, en la etapa de proyecto de la rehabilitación, se les convocó a reuniones y se solicitó expresaran sus “inquietudes” de las cuales “ninguna fue considerada”, a pesar de nutrida participación.
Lo anterior, aclara Mejía, fue sólo “protocolo” para que se diga que “toman en cuenta” a los ciudadanos, cuando no es así; a pesar de que –para este caso concreto– la organización ciudadana ha enviado “escritos a las diferentes instancias de gobierno”, se han entrevistado con regidores y nadie les “ha hecho caso”, es “como si no les importáramos”.
“El problema de volver peatonal esta zona”, prosigue Mejía, es que “el gobierno no está viendo de manera integral” la zona, se circunscriben a la avenida porque “les va a rendir ciertos beneficios”, pero esto sólo será para “un específico tipo de negocio” (esto es, bares y centros nocturnos, así como restaurantes).
De hecho, desde el inicio de las obras, los establecimientos ubicados en la zona han reportado pérdidas (que van del 10 al 15 por ciento durante el periodo), lo que se suma al creciente problema de falta de estacionamientos, incremento de la inseguridad (cristalazos, robo de autos y a transeúntes, sobre todo) y de accidentes de tránsito (lo anterior, a pesar que en la rueda de prensa referida ninguno de los responsables de giros comerciales de la zona lo menciono frente a las autoridades).
Lo que preocupa más a los vecinos (además del ruido que impide descansar de manera apropiada, afectando la salud) es el desvío de rutas de camiones por las calles paralelas, para lo que “no hay coordinación” entre las instancias –en apariencia– responsables, las cuales “ni siquiera comparten una visión del asunto”.
Así, aunque la autoridad lo niegue o pase por alto, añade Mejía, se ha “afectado la calidad de vida” de los vecinos y no se ha tomado en cuenta su parecer; el gobierno municipal ha hecho, pues, “una pantomima” del proceso, por ello exigen que “se escuche nuestra voz” y eso “se vea reflejado en acciones”.
“No queremos camiones por nuestras calles”, insiste, porque en primer lugar “afecta nuestra salud” además de “nuestros derechos fundamentales”; pero es también “violatorio del Plan de Zonificación vigente”, que estipula requisitos claros que debe cumplir una calle para que por ahí pasen autobuses. Por esto es que, a pesar de las visibles afectaciones que traerá hacer peatonal la zona, están seguros que no atenderán a sus opiniones.
La intranquilidad entre vecinos “va creciendo”, declara Mejía, nos tratan como ciudadanos “de segunda clase” cuando en la organización hay numerosos profesionales y gente preparada; “no somos cualquier tipo de vecinos” y la desatención la consideran “un error” de la autoridad.
Pensando en que esta administración se halla en sus últimas semanas, esta organización de vecinos tiene “objetivos muy concretos”, entre otros, “que se prohíba el paso de camiones” por sus calles “y se respete”, lo mismo que “el patrimonio cultural de la zona” así como el Plan Parcial de Desarrollo; se trata, pues, de “demandas específicas y no de tipo político-abstractas”.
“Aplaudimos que se abra una zona peatonal donde conviva la gente”, refiere Mejía, “por desgracia, esto nos viene a perjudicar”; agrega que “no estamos en contra del desarrollo” pero, como establece una de las frases del organismo ciudadano, “no así”. Finalmente, reafirma, todo esto es “un problema de sentido común”, que le ha hecho falta a la autoridad (cuando “le ha sobrado prepotencia”). Además, concluye, “si no se eliminan las ambigüedades del Plan Parcial de Desarrollo”, se seguirán “justificando estas arbitrariedades” y se dejará (aún más) al ciudadano “en estado de indefensión”.
Abre hoy el Ayuntamiento a los peatones una sección del Paseo Chapultepec
Ninguna de las opiniones expresadas por los ciudadanos se respetó, dijo presidente de vecinos
RICARDO SOLÍS
El día de hoy, el Ayuntamiento de Guadalajara y su Dirección General de Cultura darán el banderazo –en punto de las 17 horas– que marca la apertura de una sección de Paseo Chapultepec al tránsito peatonal (concretamente entre las avenidas Vallarta y La Paz, además del tramo de López Cotilla hasta calle Marsella), toda vez que casi concluyen las obras de remodelación de la zona, con base en un diseño “de acuerdo al modelo de ciudad” que impulsa la actual administración municipal, en consonancia con sus programas de Recuperación del Espacio Público y Movilidad No Motorizada.
Esta zona peatonal que se habilitará a partir de hoy será parcial, y la idea es que se cierre el tránsito de vehículos a partir de las 17 horas del sábado y hasta las 14 horas de un día después (domingo), justo al concluir el periodo de la Vía RecreActiva.
De acuerdo con el titular de la dependencia municipal de cultura, Eugenio Arriaga, se persigue regresar “este salón urbano” a los tapatíos, bajo “tres propósitos” centrales: primero, para “generar condiciones” de modo que “empresas y comercios eleven sus ventas”; en segundo lugar, pensando en el diseño de “un espacio público que provoque la convivencia entre ciudadanos” para así posibilitar un incremento “en capital y cohesión social”; finalmente, para “ofrecer una agenda cultural diversa y de calidad” a la ciudadanía que se de cita a aprovechar este espacio.
Presente también en la rueda de prensa donde se dio a conocer la información, Ricardo Oliveras, director de Obras Públicas en el Ayuntamiento, reveló que –para estas obras de rehabilitación– se realizó una inversión de 55 millones de pesos en la zona, además de que se generó trabajo para 15 empresas de diferentes rubros.
Una vez establecido lo anterior, tocó turno al alcalde interino de Guadalajara, Juan Pablo de la Torre, quien no sólo equiparó la avenida Chapultepec con las “mejores del mundo” sino que, tras los obligados reconocimientos y loas al trabajo realizado, afirmó que en la “siguiente sesión” del Cabildo tapatío haría la propuesta para que este tramo de la avenida, entre La Paz y Vallarta, “sea permanentemente peatonal” (no sin que se escuchara el “¡bravo!” con que las autoridades presentes celebraron lo dicho).
Por supuesto, De la Torre no dejó de aclarar que se llevaría a cabo “una consulta pública con vecinos y empresarios”, además de buscar “las mejores opciones” para la desviación de rutas de transporte público que transitan por avenida Chapultepec, puesto que la intención es buscar una “ciudad sana”.
Presente en la cita de medios, lo mismo que algunos de los administradores y propietarios de giros comerciales de la zona, el representante del Colectivo Ecologista Jalisco destacó la importancia de que se hicieran públicas estas estrategias “que favorecen al peatón” (puesto que un 70 por ciento de los ciudadanos, en la ciudad, no poseen automóvil) y celebró que se trate de ofertas que “devuelven calidad de vida”.
Por otra parte, no evitó señalar que esto representa una oportunidad que “abre la puerta” para analizar “el conflictivo tema” que se relaciona con el transporte público y los vecinos de la zona, quienes días atrás organizaron bloqueos parciales –sólo obstruyendo el paso a los camiones, no a los coches– en las calles paralelas inmediatas a avenida Chapultepec, como medida de protesta ante una autoridad que ha ignorado sus demandas y propuestas.
Para Froilán Mejía, presidente de Vecinos Unidos de Chapultepec, la propuesta de consulta ciudadana “da risa” porque, finalmente, la zona peatonal “ya está construida” y a la ciudadanía “no se le ha tomado en cuenta para nada”. Recordó que, en la etapa de proyecto de la rehabilitación, se les convocó a reuniones y se solicitó expresaran sus “inquietudes” de las cuales “ninguna fue considerada”, a pesar de nutrida participación.
Lo anterior, aclara Mejía, fue sólo “protocolo” para que se diga que “toman en cuenta” a los ciudadanos, cuando no es así; a pesar de que –para este caso concreto– la organización ciudadana ha enviado “escritos a las diferentes instancias de gobierno”, se han entrevistado con regidores y nadie les “ha hecho caso”, es “como si no les importáramos”.
“El problema de volver peatonal esta zona”, prosigue Mejía, es que “el gobierno no está viendo de manera integral” la zona, se circunscriben a la avenida porque “les va a rendir ciertos beneficios”, pero esto sólo será para “un específico tipo de negocio” (esto es, bares y centros nocturnos, así como restaurantes).
De hecho, desde el inicio de las obras, los establecimientos ubicados en la zona han reportado pérdidas (que van del 10 al 15 por ciento durante el periodo), lo que se suma al creciente problema de falta de estacionamientos, incremento de la inseguridad (cristalazos, robo de autos y a transeúntes, sobre todo) y de accidentes de tránsito (lo anterior, a pesar que en la rueda de prensa referida ninguno de los responsables de giros comerciales de la zona lo menciono frente a las autoridades).
Lo que preocupa más a los vecinos (además del ruido que impide descansar de manera apropiada, afectando la salud) es el desvío de rutas de camiones por las calles paralelas, para lo que “no hay coordinación” entre las instancias –en apariencia– responsables, las cuales “ni siquiera comparten una visión del asunto”.
Así, aunque la autoridad lo niegue o pase por alto, añade Mejía, se ha “afectado la calidad de vida” de los vecinos y no se ha tomado en cuenta su parecer; el gobierno municipal ha hecho, pues, “una pantomima” del proceso, por ello exigen que “se escuche nuestra voz” y eso “se vea reflejado en acciones”.
“No queremos camiones por nuestras calles”, insiste, porque en primer lugar “afecta nuestra salud” además de “nuestros derechos fundamentales”; pero es también “violatorio del Plan de Zonificación vigente”, que estipula requisitos claros que debe cumplir una calle para que por ahí pasen autobuses. Por esto es que, a pesar de las visibles afectaciones que traerá hacer peatonal la zona, están seguros que no atenderán a sus opiniones.
La intranquilidad entre vecinos “va creciendo”, declara Mejía, nos tratan como ciudadanos “de segunda clase” cuando en la organización hay numerosos profesionales y gente preparada; “no somos cualquier tipo de vecinos” y la desatención la consideran “un error” de la autoridad.
Pensando en que esta administración se halla en sus últimas semanas, esta organización de vecinos tiene “objetivos muy concretos”, entre otros, “que se prohíba el paso de camiones” por sus calles “y se respete”, lo mismo que “el patrimonio cultural de la zona” así como el Plan Parcial de Desarrollo; se trata, pues, de “demandas específicas y no de tipo político-abstractas”.
“Aplaudimos que se abra una zona peatonal donde conviva la gente”, refiere Mejía, “por desgracia, esto nos viene a perjudicar”; agrega que “no estamos en contra del desarrollo” pero, como establece una de las frases del organismo ciudadano, “no así”. Finalmente, reafirma, todo esto es “un problema de sentido común”, que le ha hecho falta a la autoridad (cuando “le ha sobrado prepotencia”). Además, concluye, “si no se eliminan las ambigüedades del Plan Parcial de Desarrollo”, se seguirán “justificando estas arbitrariedades” y se dejará (aún más) al ciudadano “en estado de indefensión”.
viernes, 6 de noviembre de 2009
Ésta es nuestra declaración ante todo lo que está sucediendo y lo que está por suceder
A LA OPINIÓN PÚBLICA
Desde hace algunos años, la zona de Chapultepec y sus colonias han sido víctimas de la explotación indiscriminada, la especulación, la codicia y la impunidad.
El desprecio por las características históricas, arquitectónicas y sociales, así como el desdén, la negligencia y la ignorancia de promotores y autoridades, han propiciado el deterioro urbano y la degradación ambiental que actualmente dañan el área, poniendo en riesgo la salud y el patrimonio de quienes aquí habitamos.
Aunque, por estas razones, el número de los moradores de la zona se haya reducido con el paso del tiempo, el correspondiente número de prestadores de servicios, empleados y transeúntes que conforman la población flotante de las colonias duplica o incluso triplica el censo de habitantes y demanda servicios que rebasan con mucho las capacidades de la zona.
Esta situación, en los últimos tiempos, no ha hecho sino agravarse, perjudicando seriamente un área de invaluable riqueza para todos los tapatíos.
Valiéndose del Plan Parcial de Desarrollo Urbano y esgrimiendo el argumento de la densificación de la ciudad, el actual gobierno municipal de Guadalajara está proponiendo un cambio radical en el uso del suelo y detonando una explosión descontrolada de giros comerciales, desarrollos inmobiliarios y servicios de transporte potencialmente nocivos para estas colonias.
Por ejemplo, está previsto que se construyan edificios de hasta veintidós pisos cuya realización justificaría la destrucción de fincas patrimoniales existentes en las colonias y que varias líneas de autobús comiencen a pasar muy pronto, y por tiempo indefinido, por calles vecinales que no soportan ese tipo de tráfico.
Chapultepec no sólo es un “paseo”: en sus alrededores existen colonias habitadas y vecinos que aspiramos a seguir viviendo en ellas, aunque muchas de nuestras necesidades elementales ―aire respirable, vivienda digna, servicios de calidad, buena vialidad y seguridad pública― están en riesgo a consecuencia de las políticas municipales.
Hasta el momento, las autoridades han preferido ignorarnos y no respetar nuestro elemental derecho a ser informados, haciéndonos parecer extranjeros en los barrios donde nosotros mismos hemos elegido vivir e invertir nuestra energía, nuestro tiempo y nuestros recursos.
Los vecinos del área exigimos que se observe la Ley del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Jalisco y sus Municipios, así como el Reglamento de Conservación del Patrimonio Cultural Urbano en el Municipio de Guadalajara, y que se respete la identidad social y urbana de las colonias, poniendo especial atención en su patrimonio histórico y cultural, participando en ello autoridades competentes que la custodien, como son la Dirección de Patrimonio de la Secretaría de Cultura, el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS) y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Es indispensable que se consideren parámetros físicos realistas en lo referente a la densidad máxima de habitantes, de construcción y de servicios que puede soportar la zona, buscando siempre que prevalezca la vocación habitacional del área.
Porque defendemos un estilo de vida sustentable, los habitantes de Chapultepec y su entorno llegaremos hasta las últimas consecuencias en la defensa de las colonias y haremos lo que sea necesario para impedir el paso indiscriminado de camiones, la construcción de complejos inmobiliarios desproporcionados y el maltrato de árboles, calles y fincas de valor patrimonial.
VECINOS UNIDOS DE CHAPULTEPEC
Desde hace algunos años, la zona de Chapultepec y sus colonias han sido víctimas de la explotación indiscriminada, la especulación, la codicia y la impunidad.
El desprecio por las características históricas, arquitectónicas y sociales, así como el desdén, la negligencia y la ignorancia de promotores y autoridades, han propiciado el deterioro urbano y la degradación ambiental que actualmente dañan el área, poniendo en riesgo la salud y el patrimonio de quienes aquí habitamos.
Aunque, por estas razones, el número de los moradores de la zona se haya reducido con el paso del tiempo, el correspondiente número de prestadores de servicios, empleados y transeúntes que conforman la población flotante de las colonias duplica o incluso triplica el censo de habitantes y demanda servicios que rebasan con mucho las capacidades de la zona.
Esta situación, en los últimos tiempos, no ha hecho sino agravarse, perjudicando seriamente un área de invaluable riqueza para todos los tapatíos.
Valiéndose del Plan Parcial de Desarrollo Urbano y esgrimiendo el argumento de la densificación de la ciudad, el actual gobierno municipal de Guadalajara está proponiendo un cambio radical en el uso del suelo y detonando una explosión descontrolada de giros comerciales, desarrollos inmobiliarios y servicios de transporte potencialmente nocivos para estas colonias.
Por ejemplo, está previsto que se construyan edificios de hasta veintidós pisos cuya realización justificaría la destrucción de fincas patrimoniales existentes en las colonias y que varias líneas de autobús comiencen a pasar muy pronto, y por tiempo indefinido, por calles vecinales que no soportan ese tipo de tráfico.
Chapultepec no sólo es un “paseo”: en sus alrededores existen colonias habitadas y vecinos que aspiramos a seguir viviendo en ellas, aunque muchas de nuestras necesidades elementales ―aire respirable, vivienda digna, servicios de calidad, buena vialidad y seguridad pública― están en riesgo a consecuencia de las políticas municipales.
Hasta el momento, las autoridades han preferido ignorarnos y no respetar nuestro elemental derecho a ser informados, haciéndonos parecer extranjeros en los barrios donde nosotros mismos hemos elegido vivir e invertir nuestra energía, nuestro tiempo y nuestros recursos.
Los vecinos del área exigimos que se observe la Ley del Patrimonio Cultural y Natural del Estado de Jalisco y sus Municipios, así como el Reglamento de Conservación del Patrimonio Cultural Urbano en el Municipio de Guadalajara, y que se respete la identidad social y urbana de las colonias, poniendo especial atención en su patrimonio histórico y cultural, participando en ello autoridades competentes que la custodien, como son la Dirección de Patrimonio de la Secretaría de Cultura, el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (ICOMOS) y el Instituto Nacional de Bellas Artes.
Es indispensable que se consideren parámetros físicos realistas en lo referente a la densidad máxima de habitantes, de construcción y de servicios que puede soportar la zona, buscando siempre que prevalezca la vocación habitacional del área.
Porque defendemos un estilo de vida sustentable, los habitantes de Chapultepec y su entorno llegaremos hasta las últimas consecuencias en la defensa de las colonias y haremos lo que sea necesario para impedir el paso indiscriminado de camiones, la construcción de complejos inmobiliarios desproporcionados y el maltrato de árboles, calles y fincas de valor patrimonial.
VECINOS UNIDOS DE CHAPULTEPEC
sábado, 31 de octubre de 2009
Así están las cosas
http://www.lajornadajalisco.com.mx/2009/10/26/fotos/006n1pol-2_mini.jpg
Se quejan vecinos por la construcción de Horizontes Chapultepec, del Grupo LAR
JORGE COVARRUBIAS
El complejo inmobiliario viola los actuales planes parciales de desarrollo urbano que sólo permiten edificaciones de hasta 11 niveles, pues el proyecto de Grupo LAR contempla 19.
Cuando Héctor Eugenio Sánchez llegó a vivir a la colonia Lafayette hace 35 años, la avenida Chapultepec había sufrido algunas modificaciones para darle cabida a los automotores en seis espaciosos carriles. El camellón lucía espectaculares árboles de más de cinco metros de altura que armonizaban con las casonas de estructuras neoclásicas creadas en el siglo XIX durante el Porfiriato.
Y aunque se apreciaba un incipiente proceso de modernización, la calidad de vida que proporcionaba la colonia superaba por mucho al de otras colonias localizadas en la zona centro y oriente de la ciudad.
De unos años a la fecha, la situación ha cambiado. Héctor culpa a las administraciones del PAN que han gobernado de manera ininterrumpida desde mediados de la década de los 90 de la transformación que ha sufrido la colonia con la proliferación de antros, bares y ahora la construcción de edificios que ponen en riesgo el valor patrimonial de la misma.
“Yo tengo 35 años de vivir aquí, y hay gente que tiene 70 años de vivir aquí y hemos visto cómo esta zona, gracias a estos señores de color azul desde que entraron hace 15 años, se ha venido deteriorando, se ha destruido, no se ha mejorado en ningún sentido; se ha llenado de bares, de alcohol, de prostitución, de negocios callejeros que no los podemos quitar”, señala.
Justo a un lado de su domicilio, una casona de dos plantas que se ubica en la calle de Vidrio se construye el desarrollo inmobiliario Horizontes Chapultepec, un complejo de cuatro torres departamentales de hasta 19 niveles que promueve la constructora de origen español Grupo LAR.
Los trabajos de movimiento de tierras y colocación de cimientos que ha realizado la compañía le provocaron daños a su vivienda que se aprecian en delgadas fisuras que atraviesan las recámaras, sala, cocina y comedor.
En la finca que está a un costado de su vivienda opera una radiodifusora que también ha sufrido daños con la obra; sin embargo, lo más preocupante para los trabajadores es que la altura de las torres departamentales cubrirá a la antena que emite la señal y eso significa que muy probablemente perderán sus empleos.
Un representante de la constructora, dice el encargado, ofreció subir la antena hasta el piso 19 de uno de los edificios para garantizar la operación de la radiodifusora, pero fue sólo un acuerdo verbal.
Desde la azotea de la radiodifusora se aprecia bien el avance de la obra; al menos 50 obreros con casco y chaleco trabajan de noche y día, entran y salen camiones cargados con material y arena. Se ven como hormiguitas trabajando sin cesar; cortan madera, instalan castillos, ponen cemento, aparejan el suelo y ensamblan estructuras de hierro.
Por lo pronto están casi terminados lo que parece serán los estacionamientos subterráneos. Héctor asegura que durante tres meses estuvieron secando los mantos freáticos para hacer esta obra, y mientras comenta esto, brotan del suelo borbotones de agua que son arrojados hacia la calle mediante una tubería.
“Tienen tres meses sacando el agua las 24 horas y la autoridad no hace nada. Ya basta, no fue gratis que perdieran las elecciones”, comenta.
En los promocionales que están pegados sobre las láminas que rodean al predio donde se ejecuta la obra aparece un pollito con un casco de constructor y un cinturón lleno de escuadras, lápices, marcadores y un eslogan que dice: “ya comenzamos a construir tu nuevo hogar. ¿Qué esperas para conocerlo?”. Y está otro que señala: “Horizontes Chapultepec, en la zona más cosmopolita de la ciudad”. En su página de Internet www.grupolar.com se vende al proyecto como la única oportunidad de acceder a un estilo de vida urbano y cosmopolita.
“El diseño y disposición de las torres crean un ambiente único y exclusivo que convive en perfecta armonía con su entorno, además de proporcionar maravillosas vistas”, refiere la publicidad.
Héctor asevera que los promocionales de la constructora son un engaño, y afirma que no requieren mejorar su calidad de vida, lo que necesitan es que se deje en paz a la colonia Lafayette.
“Guadalajara es una ciudad que se extendió, y ahora con el pretexto de que ya no crece hacia los lados, la quieren hacer crecer para arriba, pero de manera totalmente fuera de orden, con gente que nada más está de paso, con inversionistas que vienen con una ambición desmedida a obtener dinero y a hacer creer que eso es una buena calidad de vida, lo cual no es cierto”, sostiene.
Por las fisuras que ha presentado su hogar nadie responde. El 10 de septiembre de este año recibió un comunicado de la Dirección de Obras Públicas en el que le informan que para reclamar el pago de los daños debe presentar el dictamen de un perito, que indique el origen de los mismos, así como la forma de repararlos, a pesar de que la propia dependencia corroboró mediante una inspección visual a su domicilio “fisuras verticales y horizontales en muros, bóvedas y marquesina tanto en planta baja como en planta alta, en área de recámaras, cocina, cuarto de aparato de ejercicio”. El oficio está firmado por el jefe del Departamento de Contingencias, José Figueroa García.
“Mi pregunta es, la autoridad sirve para unos y para otros no, porque si estuviera dañada la casa de un regidor o del presidente municipal, te garantizo que paran la obra, o no dejan que la hagan a un lado de su casa. ¿Por qué en la de nosotros si?”, se cuestiona.
En otra ocasión, uno de los representantes de la constructora se acercó al propietario de la finca y le hizo un propuesta económica, pero sólo quería pagar el valor del predio.
Un año antes de que la firma española iniciara con el movimiento de tierras, el afectado giró un oficio al entonces director de Obras Públicas, Gilberto Toscano García de Quevedo, en el que le pedía no permitiera la construcción del desarrollo inmobiliario.
El funcionario respondió en un oficio del 15 de octubre de 2007 que la dependencia no había emitido licencia de construcción y que se estaría muy al pendiente de que los promotores cumplieran con toda la normatividad señalada en leyes, reglamentos y programas estatales y municipales.
Los vecinos no son los únicos que han protestado por el desarrollo inmobiliario, funcionarios de la Secretaría de Cultura y representantes del Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (Icomos) han manifestado que el complejo inmobiliario viola los actuales planes parciales de desarrollo urbano que sólo permiten edificaciones de hasta 11 niveles.
Durante la pasada sesión de Cabildo, los afectados esperaban que la síndico Verónica Rizo López rindiera cuentas de la instrucción que le ordenó el pleno del Ayuntamiento para que informara si Grupo LAR ha incurrido en violaciones, y en su caso interponga un juicio de lesividad. El plazo que se le dio venció hace una semana.
Héctor señala que el siguiente paso para ellos es acudir a instancias legales para fincar responsabilidades a los funcionarios involucrados.
“Si lo que sigue es hacer un juicio político, pues vamos a hacer un juicio político al que le toque; si eso quieren, eso van a tener. No podemos permitir que por intereses de este tipo los señores se metan a la casa de todos los vecinos y las destruyan en pos de un dizque progreso. No se vale”.
En manos de la impunidad
http://impreso.milenio.com/node/8661877
Ya casi dan por muerta a la Casa Maisterra
Vecinos advierten que el inmueble no se podrá reconstruir y lamentan impunidad.
Si la Casa Maisterra fue desmantelada, numerada en sus piezas y guardada para ensamblarla después, a nadie le consta. Cuando menos, no a las autoridades de Guadalajara que han declarado en torno a la destrucción de la finca, de valor histórico patrimonial, como confirmó el director de Inspección y Vigilancia, Héctor Castañón Náñez: “Yo, en lo personal, no he visto físicamente las piezas”.
A principios de mes, Grupo LAR, que edifica el complejo de Horizontes Chapultepec —en el cruce de esa calle con Vidrio—, derribó la Casa Maisterra, pese a que su conservación era un requisito para otorgar la licencia de construcción del complejo de cuatro torres de departamentos, como demandaban la Secretaría de Cultura y el Consejo Internacional de Sitios y Monumentos de la Unesco.
Tal acción propició las quejas de los vecinos. La respuesta de Castañón fue la expedición de una clausura parcial y la promesa del alcalde interino, Juan Pablo de la Torre Salcedo, que se deslindarían responsabilidades.
La justificación de LAR fue que bajo la finca se construirían tres sótanos de estacionamiento, lo cual no se podía hacer con la casa en pie. Castañón dijo además que lo anterior se dio con el permiso de Obras Públicas. Posteriormente, esta última dependencia se deslindó de consentir el derribo.
Ante lo anterior, Castañón corrigió: “No se les da una autorización; no dice Obras Públicas: ‘Te doy autorización’ [...]. Es como si lo hubieran hecho por sus pistolas, sin avisar nada; entonces, nosotros llegamos y sancionamos la falta de permiso para la demolición”. Esto es: primero destruyen y después pagan la multa, dijo. Ahora, lo que se debe hacer, sugirió, es verificar si el Patronato del Centro Histórico supervisó la demolición, pues se supone que lo debió hacer.
Por su parte, Javier Pagaza, uno de los representantes de los vecinos, vio difícil reconstruir la casa, pues se percató de que no se desmanteló, sino que sólo se le retiraron las canteras que forraban su fachada y ese mismo día destruyeron el resto del edificio. Acaso reconstruirán una réplica de la fachada, advirtió.
Así, la casa ya no se va a recuperar, y lo que le preocupa a Pagaza es que el municipio consienta la impunidad de Grupo LAR, pues no le importan las exigencias de la Secretaría de Cultura o de la Unesco: “Hay una autoridad que la clasificó con valor patrimonial, y hay un reglamento que está violado, o sea: estamos a la deriva con la ley y, si no hay ley, ¿qué es lo que nos queda?”.
Guadalajara. Sergio Blanco
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